10.10.14

Monumento al Sagrado Corazón de Jesús
















Datos del conjunto escultórico

Monumento al Sagrado Corazón de Jesús, 1914, 1944-65.

Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, Cerro de los Ángeles, Getafe (12 kilómetros de Madrid).

Obra de Alfonso XIII, con esculturas de Aniceto Mariñas, 1914. Inicialmente contaba una enorme estatua de Jesús, acompañada con dos grupos de esculturas laterales: uno de ellos representaba a la "Humanidad santificada", el otro a la "Humanidad que tiende a santificarse".

Considerablemente destruido en 1936, durante la Guerra Civil Española.

Esculturas actuales de Fernando Cruz Solís son representivas de la Iglesia, el Pueblo y el Estado, expresándose ello a partir de cuatro grupos: Iglesia militante, Iglesia triunfante (retomados a partir del monumento anterior), España defensora de la fe y España misionera.

Inscripción bajo el Cristo: "Reino en España" (promesa de Bernardo de Hoyos, s. XVIII).

Iglesia triunfante incorpora estatuas de San Agustín, San Francisco de Asís, Santa Margarita María de Alacoque, Santa Teresa de Jesús, Santa Gertrudis y el Venerable Padre Bernardo de Hoyos.

Iglesia militante presenta la Caridad, por medio de una religiosa guiando a un grupo de niños hacia el Corazón de Jesús; la Virtud, mediante una joven con flores y una niña vestida de primera comunión; el Amor, simbolizado en la familia que forman un hombre, una mujer y un niño en brazos de ésta; y la Penitencia y el Arrepentimiento, señaladas en la figura de un hombre, casi desnudo y descalzo que, arrodillado solicita la misericordia divina.

España defensora de la fe incluye las figuras de Osio, Obispo de Córdoba, del Rey Don Pelayo, del Padre Laínez, de Don Juan de Austria, del Padre Polanco y del joven Antonio Rivera.

España misionera posee a la Reina Isabel la Católica, a Cristóbal Colón, a Hernán Cortés, a Fray Junípero Serra y, junto a éste, las imágenes de tres indios convertidos al catolicismo como resultado la labor de apostolado realizada.

Comentario de Mariano Akerman

En términos estilísticos, el conjunto inicial pertenecía al modernismo español, siendo además las proporciones de la figura de Jesús reminiscentes de aquellas que se observan en las elongadas figuras de El Greco.

Los términos con los que fueron inicialmente designados los dos grupos escultóricos laterales indudablemente apuntaban un auténtico deseo de santificación o bien depuración.

Al ser ambos reelaborados luego de la Guerra Civil Española, se conservó la suavidad y apariencia tierna que originalmente presentaban los integrantes de cada uno de ellos. No obstante a dichos grupos les fueron impuestos nombres cuyas raíces se hunden en la imaginería medieval, dado que es allí ante todo donde surgieron las expresiones de Iglesia militante e Iglesia triunfante.

Esta imposición produce un efecto inesperado y que se traduce en el desfazaje que resulta de la perceptible suavidad de las figuras reesculpidas según las convenciones del modernismo aburguesado que choca con la dureza de sus nuevos nombres, en España, evocativos ambos de autos de fe, cruzadas e inquisiciones, conversiones hechas por la fuerza y estatutos de limpieza de sangre.

A partir de 1944 a los mencionados grupos escultóricos se le agregan otros dos, cuyas aspiraciones no son menos llamativas que los nuevos títulos conferidos a los grupos escultóricos de 1914.

A diferencia de la acaso un tanto equívoca denominación Iglesia, los nuevos grupos escultóricos involucran en sus títulos unívocamente a España. Celebran la misión de su apostolado y su defensa de la fe católica.

El estilo de estas obras es bastante diferente al de sus predecesoras. Ahora las formas se muestran drásticamente simplificadas y los rasgos de las figuras presentan el aspecto severo propio de aquellos grupos escultóricos concebidos para proclamar la ideología de la dictadura que por entonces domina España.

Consecuentemente, Isabel la Católica lidera el grupo de la España misionera. Es precisamente dicha reina quien aún sostiene en sus manos una caravela y el crucifijo que Torquemada le arrojó en 1492. Se lo pasa a Colón, a quien siguen els conquistador, el fraile y, por último, los amerindios, estos últimos literalmente de rodillas.

Semejantes son también las formas y contenidos de España defensora de la fe. Personificada, España lidera el último de los grupos escultóricos, donde figuran figuras clave del catolicismo español. España abraza una gran cruz latina sobre su pecho y lo hace ciegamente, noción que emerge al considerarse la importante y gruesa venda que cubre sus ojos por completo.

Denominada España defensora de la fe, esta última figura proclama que la fe es solo sinónimo de catolicismo y tácitamente tiende a relegar toda otra posible creencia a la categoría de herejía.

Estilíticamente, el monumento al Sagrado Corazón de Jesús es actualmente un híbrido. (En las imágenes aquí presentadas he omitido el portentoso basamento neoclásico concebido en tiempos del Generalísimo y sobre el cual descansa la totalidad del monumento).

Ofelia en El laberinto del fauno, película española, 2006

En lo que concierne al contenido, el actual conjunto escultórico en Getafe exhalta las glorias de España, pero a partir de la uniformidad y la demagogia. De su pétrea sustancia emerge que la articulación inaugurada en 1965, en términos semánticos, lejos se halla de la desinteresada espiritualidad que motivó su primigenia erección en tiempos del rey Alfonso XIII.

Acerca del presente trabajo
Investigación, comentario y diseño gráfico computarizado de Mariano Akerman

Fuentes consultadas y recursos disponibles online
Cerro de los Ángeles
• Lourdes Morales Farfán, Pueblos de Madrid: Getafe, 11.12.2013
• WKP: 882 toneldas de material. simbología y lemas de la época
• Commons: España defensora de la fe ; demás grupos